Ashley Young explica la historia detrás de su nuevo tatuaje y su pasión por la tinta
El jugador del Manchester United tiene una cantidad sustancial de arte corporal y acudió recientemente a un estudio para añadir otra pieza a su colección
El internacional inglés ha documentado en las redes sociales su última adquisición. En un vídeo para el canal Footballer Lives, Ashley muestra su nuevo tatuaje de la cabeza de un tigre en su mano izquierda.
En el vídeo, el futbolista comenta que el tatuaje es un cover, y que le hubiera gustado tatuarse un tigre blanco. Pero las limitaciones de la tinta blanca en pieles no pálidas imposibilita esto, y se ha tenido que conformar con un tigre de estilo black and grey, del que está más que contento con el resultado.
El tigre blanco es su animal favorito, y según sus propias palabras, al no poder tenerlo como mascota (por razones más que evidentes), ha optado por llevarlo consigo de por vida en su mano izquierda.
El tatuaje fue realizado el 21 de marzo, y es parte de una manga. Fue realizado por la tatuadora Molly Rose, residente del estudio Forever Bound Tattoo de Bristol.
Es la segunda vez que la tatuadora trabaja el brazo izquierdo del internacional inglés. La primera foto que compartió con el futbolista fue el pasado 16 de enero, en una imagen en la que se puede ver al futbolista con la parte inferior del brazo envuelto en celofán, después de una primera sesión de un día completo de duración (imagen de portada).
El 21 de marzo, aprovechando el parón de selecciones, el ex del Aston Villa volvió a Bristol para una segunda sesión. Young compartió un vídeo de esta segunda sesión, en el que se ve como tiene el antebrazo envuelto y en el que la tatuadora está trabajando el tatuaje del tigre. Ese mismo día ambos compartieron una foto en la que aparecen juntos, después de la sesión.
Ashley es un gran aficionado a los tatuajes. Según contó a Trace Sports, siempre ha querido tener tatuajes, desde bien joven. Sus padres le dijeron que hasta que no se fuera de casa, no podría hacerse un tatuaje, por lo que, según cuenta “en el mismo instante en que me fui de casa fui a hacerme un tatuaje.”